29/6/12

Circe


Hoy me he asustado al darme cuenta de que existen cosas en mi persona que no son mutables. Me he asustado porque realmente me aterra pensar que puedo perder mi capacidad para reflexionar y cambiar mis ideas. Como todos los seres humanos, de puertas para afuera, puedo aparentar, fingir, mentir y escurrir el bulto cuánto y cómo me convenga en el momento... pero de puertas para adentro, ah, de puertas para adentro todo tiene que ser luz, claridad. Para mí no ha de haber mentiras. He de ser capaz de distinguir cuándo me he comportado de forma altiva porque no me daba la real gana admitir X o Y. Y he de ser capaz de encajar una derrota (o una victoria), desvestir mis pensamientos y facilitarles nuevas prendas que llevar. Por eso me he asustado en un primer momento, antes de darme cuenta de que detrás de las cosas inmutables ancladas en las personas existen poderosos sentimientos de amor.

Pasiones, sí, todos tenemos las nuestras. Son una especie de fuegoeterno que arde por ahí perdido, como un rescoldo mal apagado, hasta que sucede que se derrama un poco de gasolina, se dejan caer un par de cerillas... y ea, ya se ha montado. Es imposible detener el incendio.

Así que, queridos, queridas, como veo que de momento sólo soy incapaz de cambiar mis amoríos juveniles (más propios de un nocker chiflado que de cualquier criatura viva, joven y sana), no puedo dejar de cambiar en otros aspectos. Ha llegado el final de una etapa. Me marcho, y me llevo a Circe conmigo. Creo que no volveré a jugar en este tablero. ¡Suerte en esta impredecible partida!

Y arrimaos al sol que más caliente.

16/5/12


And there I was: in the middle of the street, looking at the white sky full of clouds, feeling the cold in the air as if a spider were biting my flesh.
I didn't have any particular reason, you know, but at the moment I really felt the world empty. As if the game were over and all the emotion had vanished in the air, no longer existing. That's why I ran, ran all over the open ground, stepping into the wild grass and the wild flowers, savage nature, violently, careless, running my way back to him. Cause I really, really, really needed to see him. He represented my dreams, the only thing in the world able to move me deep inside, able to make me desire, to make me change all over again. I knew we haven't seen each other for years: may he doesn't recognize me, may I think he's now a fool... but I have the imperious need, no, urge, to meet him and ask back my reason to go on living.

I found his house. And his damn stairs. I've always had a personal problem with that fucking twisted stairs, spinning round and round like a nail shell. Oh god, so many times I've changed them with my hands, but they were always back to their original state...

And then, there he was, and I saw him with my own eyes this time. Amazing. He was beautiful. Frozen on his sixteen, taller than me at my twenties, bright green eyes like a pair of young and tender leafs. His hair barely covering his ears, like ancient wood in a forest, fragile, shining: he dazzled me. He was smiling the smile I love, a smile you can feel like a lullaby... or like the most pleasure hiding treasure of danger. He sang a single word, and his voice went deep into my bones as a command. Then we ran down the stairs as we chat, shouting, waking up the neighbourhood...


Everywhere I go, 
when everyone who knows me
knows that I would stand alone
It's all part of the game
The game
The game!

We all play it the same.

8/3/12

Light breaks where no sun shines


El otro día sucedió algo extraño. Mientras deslizaba los dedos a toda velocidad por el teclado, metiendo, con ese conjunto de gestos tan simples, una retahíla de pensamientos que debían dirigir el script que estaba construyendo, sumergida, en otro plano de mi cerebro, en un millón de páginas, a la zaga de los restos de información útil que me faltaba por recabar... sentí la mordedura de la apatía. O más bien, para ser más exactos, no sentí nada. ¿Cómo es posible? me pregunté, asustada, ¿cómo es posible que esto no me haga sentir nada? Porque os aseguro que era una labor bien jodida, de esas que te matas a depurar, con las cuales la solución suele aportar una buena dosis de hiperactivo placer y autoestima (o más bien deberíamos decir ego... que ya no es una mundana autoestima), pero no me aportó nada. Sólo me sentí cansada.

Durante dos días (o quizá sólo haya sido uno muy largo), pensé que esa codificación que estaba llevando a cabo estaba maldita. No iba a disfrutarla. La apatía con que mis ojos la miraban, con que mis dedos la moldeaban... nuestros mundos se habían convertido en rectas paralelas, discurriendo hasta el infinito sin llegar a tocarse jamás, reemplazando aquella placentera sensación de convergencia, aquella bendita sensación de intersección fuera de todo tiempo y lugar, dentro de toda esa loca abstracción de parámetros.

Y entonces... el torrente de energía estalló, vibrante, zumbando, derramándose por toda la hoja que emborronaba dibujando implementaciones. Energía oscura y caótica, devastadora e impredecible, fuertemente densa, sorprendentemente liviana, nacida en algún remoto lugar de mi cerebro, extendiendo con pesadez sus duros tentáculos de adrenalina en llamas. Esa energía terrible, amigos, terrible, te transforma en tus deseos más profundos, en todo el arrojo que posees, en toda la stamina que te queda. Es como la vida; es como vivir.

Y así, ya no necesito preguntaros a vosotros por vuestra energía oscura. Porque, ¿qué demonios podría importarme? ¿Acaso me lo contaríais? ¿Acaso lo conocéis vosotros mismos? Si sois simples vegetales que peregrinan con la luz solar en un ciclo eterno cuyo origen y destino es el único lugar en el que podréis soñar: la cama.


Leave my door open just a crack
Please take me away from here
cause I feel like such an insomniac.
Please take me away from here
Why do I tire of counting sheep?
Please take me away from here
when I'm far too tired to fall asleep.




Venga, venga... esta entrada tiene un premio. ¿Es que no lo veis? Está ahí, y vuestros ojos lo están leyendo ahora mismo.

26/2/12

Gruñir es un verbo menospreciado


Está bien, veo que soy capaz de experimentar el procedimiento por el cual las pilas se desbordan. Hablo de pilas informáticas, claro, estructuras de datos que sirven para contener el poder que toda información a guardar conlleva...

La verdad es que me gustaría quemar algo (aunque esto es solo una forma de hablar, como mucho romper), sí, porque me estoy dando cuenta de que hay ciertas cosas que me ponen de muy mal humor que no estoy exteriorizando. Soy un signo zodiacal reservado, no lo olvidemos, y a veces ir en contra de los astros que te rigen es tan difícil... Aunque también es cierto que pueda deberse a la canción que estoy escuchando ahora mismo, que me hace evocar cierto episodio que tuvo lugar en un callejón de Londres con un par de amables muchachos que tenían unas ganas locas de divertirse. Ahí los dados volvieron a fallarme, oh fatalidad (aunque es cierto que la expectación que me embargaba en aquellos momentos por continuar era de proporciones muy considerables).

El caso es que no sé qué pensar. Y la incertidumbre, amigos, es horrible, porque yo conozco cómo razonar con incertidumbre si tuviera que aplicar técnicas de inteligencia artificial a un sistema, pero con seres humanos... con seres humanos es otro cantar. Y si intento recurrir a la experiencia me pierdo en mis recuerdos. Recuerdos tengo muchos.

Pero como la vida continúa, seguiré metida en la corriente, transportando electricidad mal que bien hasta que atine a encajarse el enchufe.

20/2/12

Pookas made me do this


El otro día tiré los dados, uno detrás de otro, cuatro veces. Resbalaron de la palma de mi mano hacia la mesa y bailaron la peligrosa danza del azar sobre sus caras rojas y verdes, desfilando el carnaval sobre su superficie. En apenas unos segundos dejaron de girar, sonriendo malévolos sus catastróficos resultados sobre mi destino... Dados del demonio.

Hoy los dados han vuelto a girar, sin embargo. Después de un productivo inicio de segundo cuatrimestre haciendo maldades en la universidad, con laberintos y robots, y programación web (muy curiosos vuestros códigos fuente de blogger, por cierto, queridos compañeros, ver a vuestros hijos desnudos es un placer :D), decidí que me gustaría saber en qué posición me encontraba con respecto a cierto tema. Comprended que uno no se para a medir lo mucho que se divierte... cuando está divirtiéndose. Y la memoria es difusa, joder (niños, desconfiad de todo lo que no se pueda deducir con fórmulas). Así que, como buena matemática, esta tarde he estado llevando a cabo un estudio muy placentero...

Y, como no podía ser de otra manera, he descubierto que no sólo en las matemáticas, programación o informática estoy por encima de la media.
 

7/1/12

Loading 2012



¡La bestia colmilluda os desea un próspero año nuevo!



...y una feliz vuelta al cole :D