29/8/09
Some years ago...
Los días transcurren con normalidad.
La realidad pasajera de hace un par de semanas ha regresado a su lugar.
Las aguas vuelven a su cauce...
Pero siento que hoy es un día especial.
Veintinueve de agosto... de 2006, ¿cierto?
Sí...
Hay muchos tipos de personas en el mundo. Y a medida que te vas relacionando con ellas aprendes a memorizar sus diferentes formas de ser. Información que te es útil tanto para saber cómo agradarles, como para anticipar sus posibles reacciones. Lo que en otros tiempos llamabamos analizar.
Nunca me he considerado una chica muy lógica. Quizá porque nunca había tenido oportunidad de serlo, viviendo donde vivía o criándome donde me he criado. Donde aún sigo.
La percepción que tenía de mi misma era más bien de una chica comodín, como en las cartas. Encajo en muchas manos, en muchos sitios. Tengo una personalidad extraña a la que le gustan cosas normalmente incompatibles. Me atraen tantas cosas...
El caso es que siempre, siempre había faltado algo. Esa cosa que todos buscamos y que, cuando nos falta, nos hace sentirnos, en el fondo, solos.
Yo la encontré contigo. Estoy convencida de ello...
Tal vez cuando eras sólo un amor platónico e inalcanzable, el mejor de mis amigos, un compañero vampiro frente al ordenador que se escondía al amanecer conmigo. Tal vez cuando hablábamos a escondidas, con la luz apagada, cuando recibía respuesta en letras azules de un mensaje privado, o el móvil vibraba, o en mi pantalla aparecía tu nombre sobre una delgada barra de vida. Tal vez con los cientos de canciones que hemos intercambiado, las actualizaciones que nos hemos dedicado, las poesías que me leías en voz baja...
No lo sé, quizá sea una mezcla de todo.
Pero tú no eres sólo una cara bonita. No te quiero simplemente porque sepas cruzar un par de palabras conmigo o porque me sigas el rollo cuando hago preguntas imposibles en las que lo único que podemos hacer es especular.
El amor no se basa en eso, al menos no en su totalidad.
Te quiero porque eres un chico calmado, serio e inteligente. Porque posees una naturaleza creadora impresionante y un talento natural para hacer bailar las palabras de un poema en mis oídos. Te quiero porque cuando te ries pienso que es el sonido más perfecto del mundo. Porque eres valiente y perseverante y nunca te rindes. Te quiero por tu impulsividad en determinadas situaciones. Porque siempre te acuerdas de la contraseña de mi fotolog... Porque eres una buena persona, cándida y dulce, aunque no siempre sea visible para los demás.
Te quiero porque te considero mío.
Porque tu mirada siempre me ha despertado un profundo respeto y admiración.
Por todo esto y mucho más, te quiero.
Te quiero.
Y los días siguen transcurriendo con normalidad...
Hasta tu próxima aparición.
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