22/8/10

Hazlo o no lo hagas. Pero no lo intentes.


¿Dónde está tu principio incuestionable? Porque ya es hora de que lo desenfundes, criatura. Ya es hora de que lo desenfundemos todos.

¿Quieres ser una persona normal? Pues a mí me parece que deberías tener en cuenta las consecuencias de lo que estás aceptando antes de contestar a esa pregunta con un bobo "sí". Una persona normal está condenada a pasarse la vida preocupándose por las nimiedades estúpidas que todo el mundo contribuye a crear en la conciencia de todo el mundo. ¿Cómo sino podrías saber si estás dentro del estándar 'normal' de la población?
Te pasarás la vida preocupado por tu aspecto, tus palabras, tus gestos
y tu manera de hacer las cosas. El principal objetivo de tu existencia será encontrar la estabilidad que ofrece una familia, un matrimonio, un trabajo.

Desengáñate, criatura. Cuando naciste no sólo te enseñaron a hablar y a caminar, sino que también te enseñaron a pensar. Aspirar a una vida normal fue el objetivo que miles de horas de televisión, películas, libros y gente terminaron por meter en tu cabecita virgen.
Ahora ya eres mayor para decidir por ti mismo.

No tienes por qué bajar de las nubes, dejar de soñar, 'crecer', 'madurar' y demás órdenes absurdas que las personas normales te gritan de vez en cuando. Porque tú no eres una persona normal; eres una persona especial, rara, extraña, original...

Y ahora, criatura, tienes dos opciones. Ser tú mismo o ser uno más de los estándares de esta época. Me da igual cuál escojas, pero piénsatelo muy bien, porque si eliges ser tú mismo vas a tener que llevarlo hasta sus últimas consecuencias. Así que ya sabes...

Hazlo o no lo hagas. Pero no lo intentes.


2/8/10

Monerías de un pequeño minimo

Hace bastante tiempo que venimos notando la presencia de un ser extraño en la casa. De vez en cuando se oye un suave cascabeleo, un apenas audible "paf" sobre el suelo, o alcanzamos a ver la sombra de un penacho blanco al doblar una esquina, unos finos bigotes transparentes detrás de una puerta, extraños lamentos en forma de trino de pájaro o deformados "croaks" de rana... Hasta que este misterioso ser se cansa de tantas gaitas y zarandajas, y lanza un largo, sonoro y perfecto maullido de gato. Oh, es el inconfundible minino Shinet. Mi pequeña ex-cría de cachorro gatuno reclamando atención.

¡Mímame!

Una de las cosas que más me gustan de Shinet es que no es sólo un gato. Ah no, hasta ahí podíamos llegar... un gato de Bilbao (¡de la misma plaza de Indautxu oyes!), jamás se contentaría con ser sólo un gato. Pía como un pajarillo, croa como una ranita y hace un par de semanas le dio por convertirse en la versión felina de un dálmata. Debe ser que la misma perra-gata que parió a Lluvia (la nueva perrita de Niwa), tuvo también a Shiny.




Como podemos observar en las fotografías, el gato obviamente hacía fuerza para que salieran más manchas y así convertirse en un dálmata completo. Luego... bueno, digamos que
se cansó y no llegó a completar su transformación. Pero porque él quiso, ojo.

Otro de sus caprichos fue el de intentar emular a aquello que casi más le gusta en el mundo (lo que más le gusta soy yo, nunca lo dudeis): el salmón. Quiso convertirse en un alegre pescadito e ir directo a su cuenco para... uhm... ¿degustarse a sí mismo? Por suerte, al final cambió de idea y simplemente se metió en el congelador como un buen pescado congelado. Fuera los anisakis de un plumazo y a conservarse como Walt Disney.


Pero su transformación más exótica fue sin duda aquella en la que le dio por imitar a un boa, una de esas escamosas serpientes reptilianas horripilantes. Y es que mi gato no es sólo un gato, es un verdadero artista. Lo mismo le da por hacer la gallina y ponerse a empollar huevos ficticios que por trotar cual caballo pasillo arriba, pasillo abajo.

Mamá... ¿no quedamos en que sería un gato y no una serpiente blanca?


¡Galliniiiiiiiiiita! x3

Con mi gatito polifacético es imposible aburrirse. Cuánto ingenio derrocha, cuánta creatividad y talento. Para que luego digáis que estoy obsesionada... Pues sabed que todavía me queda mucha lata que dar con Shinet. Tengo preparadas un par de entradas más para que le vayais conociendo en profundidad y llegueis a amarle y adorarle como hacemos todos los seres de esta casa (o casi todos, un 25% de la familia se muestra en estado de rebeldía). Seguría escribiendo y escribiendo y escribiendo sobre él hasta el final de los tiempos, pero desgraciadamente me mira con una cara que claramente expresa un "quiero amor", así que... voy a ir a cubrir sus necesidades.


¡Miau!