Mostrando entradas con la etiqueta Divagaciones. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Divagaciones. Mostrar todas las entradas

15/5/11

Such an insomniac

Llevaba sin pisar esta página más de lo que me gustaría dejar por escrito. Y, de hecho, me voy tan rápido como he venido, porque todavía necesito un día más. Pero regresaré... regresaré.



El caso es que no sé muy bien qué necesito escribir hoy. Lo siento aquí, queriendo salir, pero no consigo darle un nombre.

Es cálido, pero tan débil... como un fantasma, como un sueño. La reminiscencia de un pensamiento. Me deja suave, me arranca las fuerzas con el gesto tierno de una madre preocupada. Y cuando me tumbo sobre la cama me dan ganas de fumarme un cigarro. Sostenerlo entre mis dedos, prender una llama, quemar la puntita hasta que arda el papel. Dar una calada. Expulsar el humo. Mirar el techo como si todos los puntitos de gotelé fueran en realidad estrellas. ¿Y qué hago con la ceniza? Pues estiro el brazo y le doy un par de toques al cilindro hasta que se reduce sobre la madera del escritorio. Ya lo recogeré después. Pero entonces me da un ataque de tos, y recuerdo que sólo me he tomado dos cucharadas de jarabe a lo largo del día en lugar de tres. Y lo lamento. Lo lamento, porque el interior de mi pecho debe estar hecho de espino y este catarro se está encargando de restregar mis pulmones sobre tan doloroso lecho cada vez que llevo a cabo el acto reflejo de toser. Pero qué más da. Ya no me importa tanto. Ya no me duele tanto. Ya estoy mejor. Sí, ya estoy mejor...
La música me canta una canción al oído. Una canción tan triste. Y yo sólo quiero dormir. Dormir. 

Oh, por favor, yo sólo quiero dormir.

22/8/10

Hazlo o no lo hagas. Pero no lo intentes.


¿Dónde está tu principio incuestionable? Porque ya es hora de que lo desenfundes, criatura. Ya es hora de que lo desenfundemos todos.

¿Quieres ser una persona normal? Pues a mí me parece que deberías tener en cuenta las consecuencias de lo que estás aceptando antes de contestar a esa pregunta con un bobo "sí". Una persona normal está condenada a pasarse la vida preocupándose por las nimiedades estúpidas que todo el mundo contribuye a crear en la conciencia de todo el mundo. ¿Cómo sino podrías saber si estás dentro del estándar 'normal' de la población?
Te pasarás la vida preocupado por tu aspecto, tus palabras, tus gestos
y tu manera de hacer las cosas. El principal objetivo de tu existencia será encontrar la estabilidad que ofrece una familia, un matrimonio, un trabajo.

Desengáñate, criatura. Cuando naciste no sólo te enseñaron a hablar y a caminar, sino que también te enseñaron a pensar. Aspirar a una vida normal fue el objetivo que miles de horas de televisión, películas, libros y gente terminaron por meter en tu cabecita virgen.
Ahora ya eres mayor para decidir por ti mismo.

No tienes por qué bajar de las nubes, dejar de soñar, 'crecer', 'madurar' y demás órdenes absurdas que las personas normales te gritan de vez en cuando. Porque tú no eres una persona normal; eres una persona especial, rara, extraña, original...

Y ahora, criatura, tienes dos opciones. Ser tú mismo o ser uno más de los estándares de esta época. Me da igual cuál escojas, pero piénsatelo muy bien, porque si eliges ser tú mismo vas a tener que llevarlo hasta sus últimas consecuencias. Así que ya sabes...

Hazlo o no lo hagas. Pero no lo intentes.


6/7/10

¡Proyecto a la vista!

Y una vez más, volvemos a las andadas. Aprovechando esta semanita en la que tenemos la casa para nosotras dos solas (Niwa&me), nos hemos parado a pensar en el viaje a Barcelona y... hemos decidido cosplay, por fin. El tema de este año será Asoiaf, es decir, Canción de Hielo y Fuego (siglas en inglés), una obra de George R. R. Martin de género fantástico-aventuras. Un pequeño resumen aquí.

--Empiezan los Spoilers--


Para los que ya la conocéis un poquito, supongo que entenderéis nuestra elección:



Cersei Lannister


Daenerys Targaryen


La historia, simplificando el argumento a su mínima expresión, es una lucha constante por el Poder. Ése es el punto, la clave de nuestros disfraces.

Por un lado tenemos a Cersei, de la Casa Lannister, que en estos momentos gobierna en Desembarco del Rey a modo de regente de su hijo Tommen. Viuda del Rey Robert Baratheon y madre del difunto Joffrey es... una perra todopoderosa sin escrúpulos que se sirve de su cuerpo y de su mente para conseguir todo aquello que desea. Entre sus logros destaca el haber tenido de amante a su propio hermano, haber dado a luz a tres hijos suyos, haber conspirado en la muerte de su esposo y en la ascensión al poder de su primogénito. Ha retenido a Sansa, propiciado la muerte de Lord Stark de Invernalia, instaurado la Fe Militante, granjeado el odio de muchas de las casas y enemistado con su propia familia. Una joyita, como veis.

Por otro lado tenemos a Daenerys de la Tormenta, la última en la estirpe de los Targaryen, una jovencísima muchacha que ha sido capaz de revivir el fuego de los dragones. Viuda de Khal Drogo, y Khaleesi por derecho propio, organiza su ejército en las Islas del Verano, conquistando ciudades y liberando a los esclavos. Se sirve de su ingenio y de la inestimable ayuda de sus jinetes de sangre para organizar la reconquista de los Siete Reinos. Piensa que el Trono de Hierro debe volver a manos de los Targaryen después de la horrible traición y masacre del Tridente y Desembarco del Rey.


Y, de momento, eso es todo. Iremos de Cersei y de Dany (Niwa de ésta última y yo de aquella primera), y a ver quién es, al final, la que planta su estandarte en la última casilla de este juego de tronos.

4/4/10

Eterno e inmutable... ¡Ja!

-Creo que deberíamos cortar.
-... eres idiota.



La vida es un cambio constante. No hacemos otra cosa que transformarnos y evolucionar, crecer, madurar… todo es cambio. Cambios, cambios. No sé si odiarlos por romper con mi elaborada rutina y la paz de mi día a día o amarlos por no dejarme caer en el aburrimiento de una vida monótona y gris.
Desde hace algún tiempo estoy siendo consciente de los cambios que, voluntaria o involuntariamente, introduzco en mi vida. Obviamente sé que llevo cambiando desde que nací, pero ahora que soy consciente de mi existencia, también soy consciente de mis cambios. La verdad… quiero cambiar para siempre, diga lo que diga o me queje lo que me queje. Definitivamente, cambiar es bueno. Por lo menos, a mí me ha aportado experiencia y conocimiento, sensibilidad y algunas otras muchas capacidades. También me ha hecho desprenderme de otras, pero creo que si, en algún momento de mi vida, quisiera o necesitara recuperarlas, serían los propios cambios quienes me las devolviesen otra vez.
Tengo bastante claro lo que pienso respecto a los cambios y creo que los enfoco de una manera positiva. Sin embargo… hay un pequeño resquicio de duda en todo esto. Es algo que no sé cómo afrontar.

Cuando algo ha permanecido en tu vida mucho tiempo, algo que siempre has sido consciente de que está y hacia lo que no has dejado de experimentar sentimientos… llamémoslos satisfactorios, a lo largo del tiempo que te ha acompañado... ¿Qué ocurre cuando un cambio te lo arrebata? ¿Qué ocurre si eres tú quien propicia el cambio?
Para acotar un poco más, no es la “pequeña conciencia” que tienes acerca de tus manos, piernas, dedos (es obvio que los quieres/necesitas, pero yo no me besuqueo los dedos o las manos o los brazos y despliego todo mi amor –no en sentido romántico, simplemente amor- hacia ellos). A lo que yo me refiero, por ejemplo, es (por poner algo muy básico y muy claro) cuando un cambio te hace perder un ser humano. Ya sea un familiar, un amigo, un novio… etc. Como tampoco quiero divagar mucho, voy a ir directamente al grano y exponer mis preguntas. Para mí, el caso más fácil es cuando decides romper con tu pareja, así que en base a eso voy a lanzar la batería de interrogantes.

Cuando llevas mucho tiempo con otro ser humano, compartiendo un lazo que trasciende más allá del sexo, es muy difícil querer introducir por tu propia mano un cambio que afecte directamente a esta relación. Un cambio drástico, que implique el cese de la misma.
Y no lo entiendo. No entiendo el por qué.
Si bien es cierto que tenemos sentimientos y que podemos experimentar la tristeza, el abandono, la nostalgia, la lástima… también es cierto que tenemos un cerebro capaz de razonar y pensar que quizá la solución, por dolorosa que parezca, es lo mejor para ambos seres humanos. Los cambios que cada uno ha vivido han hecho que el nexo que les ataba a la otra persona se haya ido difuminando hasta desaparecer. Pero… los lazos que entablamos con los demás, por superficiales que sean, suelen ser complejos debido a nuestra naturaleza. ¿De verdad deberíamos dejar que nuestros lazos con el mundo desaparezcan? En cierto modo es una manera más de anclarte a la realidad. Gracias a esas otras personas, que a su vez también dependen de ti, estás fuera de tu propio mundo, fuera de tu propia realidad, entrando en la realidad colectiva.

¿Este tipo de cambios son inevitables? ¿Estamos condenados a contemplar como nuestros lazos se deshilachan con el tiempo? ¿Estamos condenados a precipitarnos sobre ellos con unas tijeras?


No me es difícil romper con las cosas. Pero me es muy difícil romper con seres humanos.
Tremendamente difícil. Tremendamente horrible y vacío.


__
Art by LuluBerylium

15/3/10

¿Pares o nones?

Querida alma gemela, espero que me leas.
Allí donde quieras que estes lucharé contra el viento y la marea.
Yo se que es asi, no espero que me creas.
Busco mi otra mitad y... no hay duda de que tú lo seas.

“Durante una hora y media a la semana voy a ser el centro de vuestra atención. Sólo tendréis ojos para mí. El resto del tiempo no soy celoso, os dejo que compartáis vuestro cariño con quien lo merezca.”

Con esas palabras empezaba la clase del viernes mi profesor de Historia de los Procesos Políticos y Electorales Contemporáneos. Y yo, repentinamente atraída por el joven educador que se paseaba por la tarima del aula magistral, no pude evitar volver a darle vueltas a un tema ya muy masticado. El amor.
Lejos de lo que podáis pensar, no me voy a poner a filosofar sobre qué es el amor, sino que voy a plasmar, de una vez por todas, esta extraña concepción que tengo de él. Voy a enseñaros en qué pienso cuando esas cuatro letras aparecen juntas y adquieren significado.

Hace bastante tiempo leí un libro en el que uno de los personajes parecía haber entrado en mi cabeza, ordenado la maraña caótica de pensamientos que campaban por allí, y plasmado, en un diálogo con su amada, todo aquello que yo siempre quise decir. Que el amor es indómito. Ingobernable.

El amor que brota espontáneamente en nuestro cuerpo, en el depósito en el que yace nuestra esencia, genera una sensación indescriptible. Podría usar la palabra "lazo" para describir esa sensación, pero sería como decirlo todo y no decir nada a la vez. Y es que hay infinitas ideas, nociones, juicios, pensamientos… demasiados para que yo, simple configuración humana, alcance a recopilar alguna vez. Por eso voy a aportar a ese “saber” colectivo algo nuevo.
La mayoría de las veces en las que confesamos sentir amor, usamos para describirlo palabras como “mío, único, tú y yo, nuestro, recíproco…” que denotan, en mayor o menor grado, exclusividad. Aunque en nuestro día a día esto se traduce como ser fiel.
¿Quién no quiere y exige fidelidad a la pareja? ¿Quién no quiere que la pareja piense sólo en la persona amada? ¿Quién no quiere sentirse, por una vez en la vida, centro del universo de alguien, la figura a la que el foco ilumina en el escenario?

Bueno, pues yo. He aquí mi mano que se alza, rebelde. Yo no quiero que nadie se sienta obligado a serme fiel.

Estaba harta. Estaba harta y cansada de ver día tras otro anuncios televisivos, de radio, publicidad en las vallas… en los que se lograba una horrible y machista separación entre “hombres” y “mujeres”. Harta de que los varones confesasen que, sólo por el hecho de ser hombres, no podían resistirse a la tentación de mirar, fantasear,
desear. Y las féminas, castas, puras y deprimidas no hiciesen más que poner mala cara (como si nosotras no pudiésemos mirar, fantasear o desear también).
Pero como una imagen vale más que mil palabras, aquí os dejo un ejemplo. El último anuncio de Amstel “Sabemos lo que nos gusta”. Ese en el que lo único que les falta gritar al final es “[…] pero lo que de verdad nos gusta, de verdad, de verdad… ¡Sois vosotras: CERVEZAS!” (http://www.youtube.com/watch?v=qXh-s_p8KDA)

Hastiada de esta separación, de sentirme como una imbécil por ser una mujer y tener vedadas según que cosas… de tener que reprimir algo tan natural, tan personal, tan mío como mi capacidad de amar o desear, o lo que sea… exploté. Sin embargo, no logré llegar a ver la luz, mis pensamientos estaban tan llenos de frustración, de rabia, que no conseguí darles forma, sólo atisbar intuitivamente qué era lo que quería decir.
Tiempo después, gracias a Kirtash, personaje de Laura Gallego (autora de Memorias de Idhún), comprendí. Encontré una base en la que apoyarme. Encontré una guía. Despertaron y volvieron a fluir las ideas. Y me llevó tiempo, mucho tiempo reunir el valor para contarle a alguien mis pensamientos. Mucho más tiempo me llevó hacerlo público, que es básicamente lo que estoy haciendo ahora.

Mi base es la siguiente. Para mí existen dos conceptos, dos adjetivos para describir una relación. Dos calificativos que, desgraciadamente, no pueden ir de la mano.
El primero es Fidelidad. El segundo es Lealtad.
Parecen sinónimos, pero no lo son. No para mí, al menos. La fidelidad, aparte de exigir exclusividad, exige contención. Hay que reprimir, refrenar, negar, obviar, hacer caso omiso.

¿Cómo un ser como yo podría ejecutar todos esos verbos con un fin que no es otro que someter algo tan profundo, tan asolador, tan absoluto como el amor? ¿Cómo? Y lo que es más importante ¿Por qué?
El amor es algo proyectable a todo, aplicable a todo. Yo siento amor en casi cada segundo, cada instante de mi vida. Me gusta estar viva, me gusta sentir, porque por suerte tengo un cuerpo que funciona como intermediario y me proporciona ciertas facultades, ciertas capacidades que me permiten experimentar el medio que me rodea. Estoy perdidamente enamorada de la vida. Y una vez sientes algo tan grande por algo de igual o incluso mayor proporción… no sé describirlo. Sólo sé que sientes. Sientes mucho, muchísimo, muy profundamente. El corazón late, te estremeces. Te sientes, simple y llanamente… bien.

Por eso, por todo eso, lo único que yo quiero… lo único que yo exijo es Lealtad.
Séme leal. Confía en mí. Escúchame. Lucha a mi lado. Siente, nunca dejes de sentir. Proyecta tu amor, tu deseo, tu pasión hacia quien lo merezca, hacia quien tú juzgues merecedor de tu atención. Pero nunca guardes algo tan arrollador dentro de ti. No pierdas la posibilidad de experimentarlo. No mientras haya algo en tu interior que me pertenezca, porque… ¿por qué querría yo dejar vacío el resto de tu corazón? Sería una actitud terriblemente egoísta. Nunca serás mío, porque tú ya tienes dueño y ese eres tú. Yo solo soy tu compañera, una pequeña parte de tu vida. No me considero con derecho a exigir el monopolio de tu amor. No soy quien para hacerlo. ¿Yo…? ¿Yo, que me he enamorado de todas y cada una de las personas que han pasado por mi vida, cada cual de una manera distinta y especial?

Lealtad, por favor. Lealtad, como dijo Kirtash.



__
Páginas 82-89 de "Tríada". Segundo tomo de Memorias de Idhún.

Y hoy hago una entrada tan fuera de lo normal por culpa de (o gracias a) Marc. La inspiración, que siempre se encuentra en los lugares más insospechados.

27/10/09

Mute


A veces existen sentimientos demasiado profundos a los que hacer frente. Cosas para las que no estás preparado.
Y es entonces cuando abrazas el Caos.

El Caos es agradable.
No hay ningún tipo de patrón en su tejido, simplemente ausencia de orden. Es un estado brumoso en el que se corre el riesgo de no encontrar jamás lo que se busca. Lo que se ha perdido.
O simplemente lo que se olvida.


Quizá sea demasiado tarde.
Probablemente.


Cause our hearts are locked forever.


~M~

One last time.
One last time until my will give up.

22/10/09

Predeterminado

A veces me pregunto si todo lo que sucede en nuestras vidas no será consecuencia de algún algoritmo universal. Algún tipo de rutina o bucle que se encienda en el mismo instante en que abrimos los ojos al mundo.
Click_Conectado


He aprovechado el día para leerme de nuevo "The Host", de la célebre autora Stephenie Meyer. La verdad es que no entiendo por qué se me hizo tan sumamente pesado (hasta aproximadamente la mitad) la primera vez que me lo leí. Quizá fuese el ansia del reencuentro, las ganas de conocer a otro "Edward", de enamorarme y volar... Pero a medida que iba leyendo era cada vez más consciente de que algo así no era posible. Edward, Kirtash, Kanda... son personajes únicos y díficiles de dar forma. Son proyectos que surgen espontáneamente, que no prestarían su nacimiento a cada nuevo libro que se escribe. Sin embargo, en este libro encontré algo que pensé que jamás llegaría a ver. Una chica guay. Una chica, por qué no decirlo, de la que también quedé prendada. Es un mundo distinto, porque nunca podré amar a una chica de la misma manera que puedo amar a un chico, pero aún así es único. Un personaje que se ha ganado mi admiración y respeto, que no es poco la verdad, pues son sentimientos que ni Hinata, ni Victoria, ni Lenalee... consiguen despertar en mí.
Su nombre es Wanderer. Si quereis conocerla, podreis encontrarla entre las páginas de "The Host".

"Miré al techo y vi a las estrellas moverse entre las grietas. Podía ver tres donde antes había dos. Las vi guiñar y temblar a través de la negrura del espacio. No me llamaron. No tenía ningún deseo de unirme a ellas."
[...]
"Respiré profundamente, ignorando el denso y desagradable olor. Cuando inhalé aire otra vez, vi las tres estrellas de nuevo, pero no me llamaban, sino que me dejaron marchar hacia ese negro universo por el que había vagado durante tantas vidas. Me deslicé en la negrura y ésta se volvió más y más brillante. Ya no era negra, sino azul. De un cálido, vibrante y brillante azul..."

Me encantaría poner los diálogos que hay entre medias, pero equivaldría a hacer un gran gran gran spoiler.
Y, por una vez, creo que merece la pena jugar al rol de chica misteriosa.

5/10/09

Olvida



Toda la frustración parecía haber acudido en masa ante una llamada incierta. Un llanto amargo que, creo recordar, resbalaba por las paredes de mi garganta y las acuchillaba cruelmente. Era un sentimiento horrible.

Cada dos minutos trato de olvidar todos los momentos que pasamos.

Se extendía desde la punta del dedo gordo del pie hasta el último pelo de mi cabeza. Las manos me temblaban y apenas podía sostener el vaso de agua que me habían traído para que me calmase. Tal era su capacidad de infiltración que había momentos en los que no sabía quién dictaba las órdenes de mi conciencia. La rabia pugnaba por salir al exterior, por utilizar mi voz, por usurpar el control de mis extremidades, por dirigir el ritmo de mis pensamientos... pero por el momento mi estructura ósea y todos mis músculos resistían su feroz ataque. El único signo de debilidad era aquella pegajosa sustancia que me impregnaba la piel. El sudor, ahora, me parecía ácido.

Cada dos minutos una enternidad... cada dos minutos sin tocar tus manos.

La silla no aguantó más mi peso y me apremió a levantarme. Una mano se posó sobre mi hombro con fuerza, quizá con más fuerza de la necesaria debido a lo precipitado de mi gesto, pero se retiró como un animalillo asustado en cuanto de entre mis labios escapó un gruñido sordo. El vaso entre mis manos temblaba, el agua se balanceaba de un lado a otro salpicando el suelo en mi camino hasta la cocina. Un par de piernas me siguieron a una distancia prudente. Vacié el vaso en el fregadero.

Cada dos minutos pierdo la razón, me abandona la ilusión, me tropiezo y me caigo.

-Sé lo que sientes, pero... -Comenzó la suave voz de mi compañera- Ya basta, tienes que terminar con todo esto.

A ella no es que le diera igual lo que me pasase, eso lo tenía claro, pero no me comprendía en absoluto. Había sufrido tantos palos en la vida que quizá pensase que este sólo era otro más. Otro del que me recuperaría con mi habitual sonrisa, como si la huella de este fantasma se fuese a retirar con el triste amago de un gesto alegre que, en realidad, no era ni alegre ni llegaba a la altura de gesto.
Si ahora mismo mis labios esbozasen una sonrisa, sería la sonrisa más triste y más falsa del mundo.

-No, no lo sabes. Así que no hables de ello, por favor. Me esta costando muchísimo permanecer aquí sentado. Me está costando muchísimo retener... interiorizar... las cosas.

Las manos vibraron contra la superficie metálica del fregadero. Y, de repente, tras soltar aquello, tras haber descartado un sinfín de palabras para describir lo que me estaba ocurrindo, la ira desapareció. Las manos me seguían temblando, y las piernas también, temerosas de lo que vendría a continuación.
Segundos más tarde, el peso de la tristeza se abalanzó sobre mi corazón con las garras por delante. Desconozco si hizo jirones el maldito órgano, porque lo único que pude hacer durante los minutos siguientes fue llorar como una criatura. Las lágrimas goteaban con fuerza, resbalaban al ritmo de los espamos de mi pecho y lo único que se oía en la cocina eran los gemidos de dolor que era capaz de articular.
La frustración, la rabia y la tristeza iban siempre juntas de la mano.
Lo había vuelto a olvidar.

Yo lloraba sobre el fregadero, sólo en mi desdicha, recreándome en el placer funesto que otorgaban mis heridas abiertas. Tenía tantas ganas de abrazar a alguien, tantas ganas de sentir calor y quemarme...
Pero perdí el valor de decirselo a la cara, de reprocharle que siempre me hiciera lo mismo. Fallé.

Cada dos minutos cambio de opinión si me roza el corazón con el filo de sus labios

Y, sin embargo, siempre supe que si dependiese de mi corazón y de mí siempre le daría otra oportunidad.


___

Pues no sé exactamente qué es esto, yo tenía preparada otra entrada bastante más alegre para hoy... pero me han dado una mala noticia (cuantas llevaré ya esta semana u.u') y los dedos se han puesto a teclear ellos solitos. En fin, es una especie de situación extraña, con personajes extraños que se lamentan sobre cosas no tan extrañas para la mayoría de nosotros. Últimamente estoy como en un... ¿bache?, pero me suele pasar cuando se dan ciertas condiciones (ajenas a mi voluntad, que conste) y es cuando mis sueños se vuelven monotemáticos y mis pensamientos terminan por desembocar inevitablemente en el dichoso temita tabú.
No es nada que no se pueda arreglar con una breve, pequeña, minúscula, charlita por teléfono... pero mi interlocutor parece estar siempre apagado o fuera de cobertura.
Una pena.




Pi... pi...pi...
Por favor, deje su mensaje después de oír la señal.


27/9/09

Tantas horas

-¿Tú cómo estás? -Preguntó abrazándose las rodillas.

-Ahora mismo... baste con decir que estoy, que no es poco.

-¿Y puedo preguntar que te pasa?

-No sé para qué me pides confirmación si ya lo has hecho, mujer- Suspiró y le tendió una mano-. Querer a las personas es complicado.

-¡Y tanto...! ¿Pero, y qué tiene eso que ver?

-¿No lo pillas...? -Preguntó alzando una ceja.

-¿Qué..? ¡Oh! ¡Oh, sí, sí! ¡Claro! Que tonta soy... -Se ruborizó y apartó su mano.

-Dame la mano, por favor -La volvió a agarrar con fuerza-. Ahora mismo necesito una mano amiga... No sé que hacer, estoy hecho un lío.

-¿Q-qué te pasa? -Tragó saliva- ¿Es... es por...?

-Sí, es por ella. No sé si es porque yo soy raro y espero cosas imposibles de la gente, no sé si es porque ella no me quiere de verdad... Igual lo estoy malinterpretando todo, pero me siento hecho polvo.

-Siento no haberme dado cuenta antes -Se disculpó, con la voz ligeramente más firme-. Pero siempre que quedabamos andabas tan contento... Se te veía tan feliz, nadie hubiera pensado que lo estabas pasando mal.

-Claro -Rió él-. Los demás no tienen por qué comerse toda esta mierda... No te ofendas, si te lo cuento a ti no es por joderte, sino por qué realmente creo que eres la única persona que puede ayudarme. Cuando estamos todos juntos hay que sonreir, ¿ves? -Esbozó una sonrisa con los ojos cerrados- La clave es cerrar los ojos, para que nadie note que la alegría no llega a ellos.

-Vaya... no sé que decir... Es un poco chocante todo esto.

-Ya, ya, lo entiedo. Pero, ¿me ayudarás? -Suplicó bajando el tono.

-Sí -Murmuró y dibujó una triste sonrisa en su rostro
-. Claro que lo haré.

-Gracias.




Prometí elevarte a las nubes y bajarte la luna.
Te juro que a veces siento no poder cumplir ninguna.


25/9/09

Hace falta valor

"A veces en la vida hay que seguir adelante. Pase lo que pase. Y, también, le pese a quien le pese.
A veces, en la vida, hay que continuar porque no queda otra opción. Hay que forzarse a vivir. Hay que levantarse, seguir... Puede que porque se desconozca qué otra cosa hacer sino.
La inmensa mayoría de estas veces, la vida muere. Y en el interior de las personas siempre habrá un pequeño rincón necrosado, enfermo y pútrido. Un pequeño rincón de vida que, aún muerto, nunca dejará de pedir ayuda a gritos.

Hace falta
Valor para escucharlo.
Y la valentía se encuentra en un lugar diferente para cada persona."


¿Ser valiente significa enfrentarse a la vida? ¿O significa atreverse a disfrutarla?
¿Quién quiere ser valiente?



~Días de lucidez depresiva, en los que a cada cual le toca enfrentarse a sus propios demonios.

31/8/09

Kingdom of Nothing



¿No os habéis sentido alguna vez así? ¿Reyes de la nada? ¿Abrumados por una realidad que no se corresponde con la imagen mental que habíais mantenido en vuestra mente...?
No es que hoy me sienta triste (aunque tampoco estoy contenta, obvio) es simplemente que me ha invadido un extraño sentimiento de nostalgia por todas esas pequeñas oportunidades que vamos perdiendo con el paso del tiempo...

Antes, cuando era una pequeñaja de quince, dieciseis añitos (perdonad que a mis dieciocho ya me vayan entrando crisis de abuela) siempre pensaba que lo único que podía hacer era esperar, esperar, esperar... que no tenía la autonomía suficiente, ni el poder, ni siquiera (si me apurais) la madurez necesaria para agarrarlas y llevarlas a cabo. Me limitaba a fantasear, a soñar despierta, pensando que algún día se harían realidad y me despertaría con mi magnífica corona de oro sobre un lecho de rosas.

Entonces, de la noche a la mañana te haces mayor y ¡puf!: todo se ha esfumado en una gran nube de humo. Adiós a las oportunidades, y, con ellas, a todas las cosas que podrías haber conseguido. Y lo que realmente me fastidia (me repatea, me hace querer estrangular al muñeco) es el tiempo que pierdes, no las oportunidades en sí.
Porque... no nos va a dar tiempo a realizar todo aquello por lo que vivimos.
Sí, sí, hablo de sueños... Sueños con forma, con voces, con cara, en otros idiomas, con personalidad propia... Muchos, muchos sueños que se concentran en torno al gran sueño supremo, que es el más jodido y difícil de todos. Como un puñetero malo final, no ya del kingdom hearts, sino del FINAL FANTASY (que esos si que son telita...)

Y, a parte de tiempo, ¿qué se necesita, pues? ¿Perseverancia, trabajo duro, fuerza de voluntad, ganas..? ¿Suerte? ¿Está todo en manos del destino o podemos tirar los dados a ver que nos toca?
Hay tantas preguntas sin respuesta que me estoy empezando a cansar de pensarlas. De vez en cuando yo también quiero recompensa... ¿alguna pista chiquitita sería mucho pedir?

En fin, quizá sea demasiado ambiciosa y aspire a cosas que me quedan muy grandes, pero la verdad es que no sé cómo aspirar a sueños que no sientes de verdad.
Así que hoy, último día de un mes de agosto, me considero...
Reina del Kingdom of Nothing.




¿Y tú?



16/8/09

Try again


Por las amistades en pausa.

Esas amistades intermitentes que tarde o temprano vuelven a resurgir y te dan un gustito especial.
Buena gente, buena gente...




Me paso las horas enganchada al KH en la play escuchando música... o sino en la wii. La mayor parte de las veces lo hago para dejar de pensar y hacerme polvo, pero claro... desgraciadamente me trago las mil historias de amor entre los personajes disney, del FF o los propios protas del KH.
No, no me sirve de mucho...


Game over?
Nah.
Estoy segura de que esta partida la voy a ganar.

Y se la voy a ganar al tiempo y al destino.


¡TEEE QUIEEEEERO! <333333

6/4/09

Hate


Eso es, vete. Largate de aquí. No quiero volver a verte nunca más. No puedo aguantarte durante más tiempo. Sólo me causas dolor, sólo me traes quebraderos de cabeza. Lo único que quiero es correr y alejarme de ti, dejarte atrás para siempre. Llevas demasiado tiempo en mi vida, calando bien hondo, envenenando mi corazón. Ya sé como eres, no necesito que me inyectes una nueva dosis en vena de tu forma de ser. Te conozco desde hace años, te conozco desde hace demasiados años, y en verano se cumplirá otro más.
Sabes que te odio y que por eso siempre seguirás conmigo. Sabes que no puedo evitarlo porque soy un ser humano y te aprovechas de eso. Te haces un hueco entre los demás y de vez en cuando tu mano invisible me vuelve a apretar el corazón. Y me desespero, queriendo arrancarte a cualquier precio de ahí. Sin embargo, de nada me sirve gritar.
Sabes que te odio porque no lo haces sólo conmigo y te vas con cualquiera.
Y ya no sé qué me molesta más, si que me atormentes a mí o que te instales en el corazón de otra persona...
También sé que con gusto me echaría toda esta carga sobre mis hombros, te aislaría de los demás para que no pudieras matarlos poco a poco, como a ti te gusta. Porque yo, por suerte, aún soy una mujer cuerda que no olvida sus principios, que no olvida todos los valores que le han inculcado. Pero ¿qué puedo hacer yo cuando te veo estrangular y torturar a gente que no está al alcance de mi palabra? ¿qué puedo hacer yo cuando te dedican toda una noticia en la televisión, todo un reportaje en el periódico?
Nada.
Pero ese nada es sólo de momento, que no se te olvide.


Im not satisfied with you, stupid world of mine.

...

Let's change both you and me!

__

De pronto me miras, te miro y suspiras.
Yo cierro los ojos, tú apartas la vista.
Apenas respiro, me hago pequeñita y me pongo a temblar.

"Yo no te conozco y ya te echaba de menos."

Una entrada inusual. Inspirada por el cachito de canción que he dejado, que, aunque no lo parezca, es muy triste.

La oreja de van gogh- 11 de Marzo

23/3/09

Now or Never


El mundo es necesariamente como es porque hay seres humanos que se preguntan por qué es así.
Dicho de otra forma, si en el universo se deben verificar ciertas condiciones para nuestra existencia, dichas condiciones se verifican ya que nosotros existimos.
¿Nosotros realmente existimos?
Que bonito e interesante sería divagar acerca de la existencia y de sus dos caras, la vida y la muerte. Sin embargo hoy sólo me apetece formular un imperativo.
Existe.
Vive para ti.

Como en todo, en la vida hay un límite de tiempo. Así que si me disculpáis voy a coger el mando y jugar esta partida hasta el final.


'kay? Just be yourself.

Principio antrópico- La melancolía de Suzumiya Haruhi