26/2/12

Gruñir es un verbo menospreciado


Está bien, veo que soy capaz de experimentar el procedimiento por el cual las pilas se desbordan. Hablo de pilas informáticas, claro, estructuras de datos que sirven para contener el poder que toda información a guardar conlleva...

La verdad es que me gustaría quemar algo (aunque esto es solo una forma de hablar, como mucho romper), sí, porque me estoy dando cuenta de que hay ciertas cosas que me ponen de muy mal humor que no estoy exteriorizando. Soy un signo zodiacal reservado, no lo olvidemos, y a veces ir en contra de los astros que te rigen es tan difícil... Aunque también es cierto que pueda deberse a la canción que estoy escuchando ahora mismo, que me hace evocar cierto episodio que tuvo lugar en un callejón de Londres con un par de amables muchachos que tenían unas ganas locas de divertirse. Ahí los dados volvieron a fallarme, oh fatalidad (aunque es cierto que la expectación que me embargaba en aquellos momentos por continuar era de proporciones muy considerables).

El caso es que no sé qué pensar. Y la incertidumbre, amigos, es horrible, porque yo conozco cómo razonar con incertidumbre si tuviera que aplicar técnicas de inteligencia artificial a un sistema, pero con seres humanos... con seres humanos es otro cantar. Y si intento recurrir a la experiencia me pierdo en mis recuerdos. Recuerdos tengo muchos.

Pero como la vida continúa, seguiré metida en la corriente, transportando electricidad mal que bien hasta que atine a encajarse el enchufe.

20/2/12

Pookas made me do this


El otro día tiré los dados, uno detrás de otro, cuatro veces. Resbalaron de la palma de mi mano hacia la mesa y bailaron la peligrosa danza del azar sobre sus caras rojas y verdes, desfilando el carnaval sobre su superficie. En apenas unos segundos dejaron de girar, sonriendo malévolos sus catastróficos resultados sobre mi destino... Dados del demonio.

Hoy los dados han vuelto a girar, sin embargo. Después de un productivo inicio de segundo cuatrimestre haciendo maldades en la universidad, con laberintos y robots, y programación web (muy curiosos vuestros códigos fuente de blogger, por cierto, queridos compañeros, ver a vuestros hijos desnudos es un placer :D), decidí que me gustaría saber en qué posición me encontraba con respecto a cierto tema. Comprended que uno no se para a medir lo mucho que se divierte... cuando está divirtiéndose. Y la memoria es difusa, joder (niños, desconfiad de todo lo que no se pueda deducir con fórmulas). Así que, como buena matemática, esta tarde he estado llevando a cabo un estudio muy placentero...

Y, como no podía ser de otra manera, he descubierto que no sólo en las matemáticas, programación o informática estoy por encima de la media.