28/11/10

Atrás, manos largas




A lo largo de un día, semana o mes cualquiera oigo muchas voces. Y algunas de esas voces me llegan a los oídos sin terminar de comprenderlas. No creo poder hacerlo mientras piense lo que pienso en determinados temas.

¿Nunca os ha emocionado un libro, una película, un videojuego, un cómic, un cuadro o cualquier otra manifestación artística? ¿Nunca habéis sentido esa liberación en forma de fuego abrasador despertando en vuestro interior? ¿Nunca?
Pues yo sí, tantas veces que mi cerebro no es capaz de recordar la cifra. Me he emocionado y he bebido el fuego de la fuerza que esa emoción ha conseguido transmitirme. Gracias a eso he sido capaz de crecer como persona, madurar y orientar mi vida. Son esos momentos los que me han hecho lo que soy y lo que fui. Y estoy segura de que vosotros, a vuestra única manera, también habéis sentido lo mismo: ser capaces de coronar la cima del mundo con vuestra bandera.
Entonces, ¿por qué? ¿Por qué los hacedores se empeñan en castigarnos, amenazarnos, perseguirnos e incapacitarnos cuando les da la santa gana? Tristemente, a lo largo de mis diecinueve años he conocido, directa o indirectamente, a muchísimos autores de manifestaciones artísticas que han cometido semejantes actos.

Entiendo y respeto que haya quien viva de sus libros, películas, pinturas... y que, a cambio de su trabajo, espere una remuneración. Yo misma, de mayor, espero poder ganarme así la vida. También he de decir que yo, como escritora y dibujante ocasional, también he colgado mis "obras" para el uso y disfrute de quien quisiera. Por eso mismo no entiendo que los propios autores me impidan disfrutar sus obras. No entiendo por qué si, visitando Devianart me enamoro de uno de los dibujos y quiero ponerlo de fondo de pantalla, imprimirlo como poster o meterlo en photoshop y customizarlo para hacer de ello un símbolo más que me represente, tengo que frenarme y admirarlo en silencio, en ese sitio, sin mancillarlo con mis sucios clics del ratón o con mis sucias carpetas contenedoras. No entiendo por qué, cuando un fanfiction me llega tan hondo como para arrancarme un par de lágrimas, no pueda ser posible para mí hacérselo llegar a mis allegados porque no tengo absolutamente ningún permiso para traducirlo al castellano, no digamos ya para difundirlo. Y lo mismo podría decirse de la música, los manganimes&cómics, los videojuegos, series y un largo, largo etc.

Lo que estoy afirmando aquí, estúpidos autores egoístas, no es que os vaya a quitar el pan de la boca, ni el crédito de que ese algo sea propiedad de vuestros cerebros. Siempre tendréis el reconocimiento, siempre. Pero cuando algo que habéis hecho es capaz de calar tan profundamente en un ser humano, de obrar en él semejante tormenta de emociones, ¿Cómo podéis seguir pretendiendo que ese algo sea, por entero, vuestro? 
Lo siento, pero me considero más público que autora, y en calidad de tal os voy a decir lo que quizá sea la única verdad que he llegado a entender con los años... 

En el preciso instante en que vuestras obras consiguen hacernos sangrar, justo en ese preciso instante, habremos quedado irremediablemente unidos para siempre. No importa que ocurra después, ni lo tormentosa que sea nuestra relación con vosotros, que habéis creado un arma capaz de hacernos doler tan profundo... no importa, porque en ese momento nosotros no sangramos líquido, sangramos fuego. Quema profundamente, y eso es algo que, una vez probado, jamás, jamás nunca se olvida. Así que atrás, manos largas. Esto también nos pertenece a nosotros.

7 comentarios:

Charlie D. dijo...

Pues la verdad es que tienes razón. Un artista... ¿dueño de su obra? Hasta cierto punto. En el momento en que, como tú dices, "hace sangrar" a otros, ya no es sólo suya. Te diré que, como autora que de tanto en tanto cuelga su trabajo en la red, a mi no me preocupa en absoluto que la gente lea/se guarde mis trabajos, los imprima... etc. El único miedo que tengo (y lo que otros tienen, supongo) es a las típicas sabandijas que cogen tu obra, le borran el nombre y le ponen directamente el suyo (esas cosas duelen) y peor aún, que retocándola o lo que sea saquen beneficio económico de ella. Plagio, vamos. Pero entre nosotras (y lo digo en serio) pienso que el arte debería ser gratuito, es decir, no disfruto especialmente cobrando porque otros lo disfruten. Creo que si tengo algo que contar y otros disfrutan con ello, ya es suficiente. Una habilidad mía les da algo bueno: genial. Y de igual manera, yo también lo pasó bien gracias a otros. Sí, ya lo sé, de algo hay que vivir. Pero en literatura, desde el momento en que aceptas a trabajar "para otros" (editoriales, básicamente) dejas de ser tú el dueño de tus ideas, y, en la mayoría de los casos (de todo habrá, claro) te obligan a hacer cosas que normalmente no harías. Además, por lo que pagan hoy en día por un libro las editoriales sobrevives a duras penas un mes, con lo cual, deberías sacar un libro al mes (como poco) para que eso fuera un trabajo rentable. ¿Y quién puede? Yo no, desde luego. No soy ninguna fábrica de hacer historias. A no ser que seas un autor famoso de betsellers, claro, pero eso tampoco dura para siempre. En definitiva, entrar en el mercado es duro, y es prostituirte artísticamente, ya que no se cuenta la calidad de la obra, si no la publicidad que se la hace o se le deja de hacer. (Por ejemplo, si Brian Kinney fuera mi publicista, yo ahora mismo estaría en la cima xDDDD)

Conclusión: Arte libre = arte gratuito. ¿Por qué poner un precio a algo que realmente no lo tiene?

Mew dijo...

El plagio es un asunto espinoso. Aunque no pueda (ni deba, claro) generalizar en este asunto (te pueden plagiar de taaantas formas...) he de decir que cierta parte de mí entiende, respeta y comparte ese "odio" y repugna por las personas que roban el trabajo de otros, lo modifican y/o lo hacen pasar como suyo. Sin embargo, hay otra parte de mí que... mira, sinceramente, ¿qué más da que al principio ponga mi nombre o el de otra persona? Él o ella jamás habrá creado ni una sola línea; será enteramente mío. ¿Qué importa lo que piensen el resto de seres humanos, si ellos no podrán jamás meterse en mi cabeza y rememorar una y otra vez el nacimiento y desarrollo en mi imaginación de todo lo que he creado? ¿Qué, en serio? Que vivan ellos la mentira... sus ojos mirarán, pero realemente no verán nada.

Ahh... si hubiese más Brians Kinney en el mundo creo sinceramente que el planeta giraría un poquito mejor. Pero mira, también creo que eso de prostituirse artisticamente no es más un pequeño berrinche que todos experimentamos cuando nos dicen qué podemos y qué no podemos hacer con nuestras obras. Párate a pensarlo... si no estuviera esa barrera, ¿crees que no serías tú misma quien las pusieras? Me explico: al estar al servicio constante de una cabecita pensante e imaginativa, no importa cuánto pienses una escena concreta de la trama, cuántos detalles pienses de antemano repartir a lo largo de los capítulos o lo mucho que repases rasgos y características de los personajes... porque no será ni definitivo ni inamovible. Siempre estarás "prostituyendote" para ti misma, para los caprichos de tu mente en cada momento. Ella te ordenará tachar, reescribir, añadir un fantástico nuevo personaje o eliminar al aburrido tipo de siempre, siempre tendrá algo que decir.
Pero bueno, entiendo que cuando "profanan" el sagrado control de uno mismo y le niegan a la mente los placeres de crear determinada secuencia/planteamiento/personajes moleste tanto como para crear la sensación de estar vendiéndote para poder pagarte un techo.

De todas formas, los best-seller corren el riesgo de sufrir una lenta, dolorosa y cruel muerte (y posterior desmembramiento) a manos de la publicidad que se les dedica. Que "a muchos les guste" es una razón sólo a la altura de la maravillosa respuesta-escudo "es gratis".

Niwa dijo...

Sí, sin duda el plagio es un tema complicado. Por un lado, me molestaría muchísimo encontrar alguno de mis relatos o dibujos colgados por ahí y firmados por algún desconocido. Incluso aunque hubiesen alterado un par de palabras o trazos. Sin embargo, que alguien lo copie y lo distribuya o que lo versione comentando en algún momento "eh, tomé la idea de aquí", me parecería estupendo.
Supongo que más que por un sentimiento de propiedad es una cuetión de amor propio, al menos en mi caso.

De todas formas, me parece terrible decir esta idea, esta historia, este personaje,... Lo que sea, es mío y solo mío, porque yo lo he creado. En primer lugar porque es mentira. Todavía no he conocido nada que no tome rasgos de un algo anterior. ¿Realmente seríais capaces de nombrarme una sola creación que no se inspire, que no copie, reproduzca o versione otra en ningún momento?


Por otro lado, coincido con que vender tus obras, termina llevándote a prostituir tu arte en algún momento por cuestiones comerciales. No creo que modificar lo que sea que estás creando por tu propia decisión, porque en un momento lo ves mejor de otra forma, sea lo mismo. Al fin y al cabo, hacer y rehacer una vez tras otra forma parte del proceso de creación. Si fueses capaz de materializar lo que tienes en tu mente instantáneamente y a la perfección, no sería arte, sería otra cosa.

Para mí, al menos, prostituir una idea no es ir dándole forma poco a poco hasta que eres capaz de ver ante tí lo que estás pensando, sino que una vez que has hecho eso alguien te diga "cambia esto, cambia lo otro, enfócalo de aquella manera en vez de así..." o directamente, "crea lo que yo te diga". Para mí, eso es prostituir tu capacidad de creación.

Annell dijo...

Pues ya que tocáis el tema de prostituir tu arte, yo creo que el hecho de que un editor te pueda decir borra esto o añade aquello no tiene por qué ser necesariamente malo, siempre que sea por mejorar la calidad, el ritmo y el estilo de tu obra. En cambio, si te ordena que borres algo y añadas otro algo sólo para que, digamos, tu libro le guste a más personas y saques más provecho económico de él... A eso sí que lo considero prostituir tu arte.

Ahora bien, lo que no entiendo ni comparto es que algunos autores se nieguen a que cualquier otra persona toque sus obras, ya sea en fic, o covers musicales o lo que sea. Un ejemplo de ello es Anne Rice, que no deja que se hagan fanfics de sus obras (en FF.net está prohibido ;_;), y en eso estoy totalmente de acuerdo contigo Mew. Yo también he sentido ese fuego muchísimas veces u_u

Si sobrevivo a 2º de Bachillerato y saco la media que quiero, estaremos el año que viene en la misma universidad! :3 (como me digas que este año te gradúas, va a ser un fail muy grande xD...)

Mew dijo...

SIII???? Owo! ¡Joder, genial! Y no, no me graduo (que más quisiera yo xD) acabo de empezar primero, todavía me quedan otros tres largos años más de duro estudio. Así que es muy posible que compartamos universidad. Ya iré a verte al campus de getafe, que el mío está en leganés :3

Charlie D. dijo...

Mmmm... conozco las editoriales más de lo que quisiera, creedme. Y aunque siempre nos quedarán las benditas excepciones, la cruda realidad es que un editor siempre piensa entres cosas:

1. dinero.

2.dinero.

3.dinero.

Así de claro. Y dinero, que, por cierto, él o ella se llevará. Porque los escritores nos llevamos un 10% de la obra. Vamos, que nosotros tenemos la idea, nosotros nos desvivimos durante meses, años, para llevarla a cabo... y nos llevamos un porcentaje "simbólico" una especie de galletita por el esfuerzo. Ahí es donde yo veo el asunto. Y dejad que os diga que, con lo que paga una de las editoriales más conocidas de hoy en día por un libro, yo sobrevivo tres meses (y sin llegar ni a mileurista). Vamos, que o sacas libro cada ese tiempo, o te mueres de hambre. O tienes otro trabajo. Pero entonces ya no se puede vivir del arte. Y mientras ellos se hacen ricos, mientras tú te llevas la propia. Y ahí es donde yo me cojo un mosqueo de narices. Por que sí, que la obra no es mía, que una vez escrita yo la cedo a las diversas mentes, pero... ¡coño! que quiero comer... y además, los artistas, a parte de tener un ego como un continente (ejem) no solemos despuntar en muchas otras cosas. El carácter extravagante, caótico y rebelde, a la par que narcisista y creativo, no despunta precisamente en una oficina, o en el puesto de una verdulería, ni siquiera dando clases en un instituto.

Yo sólo reclamo un cierto derecho para los que contamos historias, que intentamos pues eso, vivir del cuento, pero las editoriales sólo nos chupan la sangre o nos prostituyen.

Por eso, si me muero de hambre será a mi manera.

El arte es libre. Y prefiero regalar mis historias a dárselas a una editorial para que se enriquezca con ellas.

He dicho. xDDD

Annell dijo...

Yo no pretendía hacer una crítica tan destructiva, ni mucho menos enfadarte a ti o a cualquier otro fan de la saga ó_o

Supongo que de gráficos no puedo hablar mucho, porque no soy una entendida del tema, pero comparando los del 358 Days con algunos otros juegos de la consola que he podido jugar como el Hotel Dusk o el Trauma Center, no me parecieron buenos. Ahora, que el juego contara cómo era la historia de Axel y Roxas cuando los dos estaban juntos en la Organización, y sobre todo cómo nació Roxas y cómo entró, pues sí, me parece algo muy bueno y me encantaba ver cómo evolucionaba su amistad, e incluso lo mucho que imponía Saïx o lo poco que hacía Xemnas. ¿Pero Xion? No, yo no puedo evitar pensar que Xion sobraba totalmente.

Y con el tema de la precuela, hey, tampoco he dicho que me moleste, pero lo más probable es que tú también supieras ya de antes, por los vídeos de youtube, por Wikipedia o por lo que sea, lo que pasaba en los Final Mix. El misterio de la Cámara del Sueño en el Castillo del Olvido, la armadura con la que luchaba Sora... Sí, todo eso te lleva por narices al BBS, pero ¿por qué nunca nos llegó el Final Mix, entonces? Es que, jo, no tiene ningún sentido que pongan esas escenas tan fundamentales en un remake, que nunca lo lancen a occidente y que el juego que te lo explica todo, sí O_o

Y sobre el que intenten recaudar millones y millones... Vale, ahí tienes toda la razón del mundo y supongo que no supe ver a toda la gente que se curró los diseños y que come de ello.

Lo siento de verdad si te ofendí, igual que me ofendería yo si se metieran con una saga que me guste mucho. Ni siquiera pretendía ser destructiva con el juego, porque a mí me encantó, pero supongo que no supe exponer bien todo lo que pensé de él.

Tendré más cuidado en mis siguientes críticas, y gracias por hacerme ver que fue destructiva >_<