6/10/10

El dilema de Edward

Jamás me imaginé haciendo una entrada así... pero, hey, nunca digas nunca. Los que habéis coincidido conmigo en algún (como diría Dios) templo capitalista, seguramente me hayais oído hablar de ello de pasada ya que periódicamente suele surgir el tema. Y más ahora, después de un verano tan lleno de presentaciones y socialización varia en la que todos buscamos conocer más de todos mediante numerosos temas y preguntas.

Uno de los libros que más me llegó cuando era una tierna adolescente fue lo que, para mí (y por aquella época), significaba la mejor historia de amor jamás contada. Es cierto que ahora, echando la vista atrás, pienso en lo ingenua que era y en lo condicionada que estaba por mi educación (que no es que haya sido machista, pero...) para poder llegar a tal grado de emoción y empatía, pero también es cierto que por aquella época, fue esta obra la que consiguió aquello que sólo los buenos libros consiguen: atrapar por completo a una persona. Y ahora es cuando viene la parte en la que huis despavoridos (probablemente a por un cuchillo o cualquier otro objeto que pueda ser utilizado como arma) porque os revelo el título de dicho libro: Crepúsculo.

No os equivoqueis, no voy a escribir con humildad las siguientes líneas. No va a haber disculpas o justificaciones bonachonas, porque la verdad es que no siento que deba estar arrepentida por ello. Yo también me enamoré de Edward. ¿Cuánt@s de vosotr@s podéis expresar semejante afirmación (en el caso que fuese cierta, por supuesto) en voz alta a día de hoy sin complejos? Pocos, ciertamente.
Sin embargo, y antes de que vayais a tacharme de algo, también he de decir que jamás he sido una "crepusculera". Ni he mojado las bragas con Edward, ni le he pedido a mi pareja que me muerda el cuello (en sentido vampírico, claro está), ni he deseado implantarme colmillos artificiales, ni un largo, largo, largo etc. Pero ya hablaremos de esto más tarde.

Si estoy hoy aquí, sentada al teclado cuando debería estar sudando el catarro en la cama, es porque tengo que defender a alguien que, en algún punto de mi vida, me ayudó a crecer. Pocas son las cosas que me levantaría a defender porque pocas son las cosas (y las personas) que, inconscientemente, han conseguido que les sea leales... pero es entonces cuando hay que ponerse en pie y dar una respuesta.

Desde hace mucho tiempo circulan por todo lugar y espacio numerosas bromas y chistes acerca del "universo crepúsculo". Sinceramente... se lo han ganado a pulso. No porque la imaginación de la autora haya decidido echar a andar por esos derroteros, no, sino por la mierda de adaptaciones cinematográficas que se han llevado a la gran pantalla... y el consiguiente Mierda-Merchandising que han logrado parir de ello. Figuras de Robert Pattison (ni me voy a molestar en mirar cómo se escribe) y la pava esa que interpreta a Bella, camisetas y bolsos, lápices y bolis, estuches y mochilas, libros con la portada de la pelicula... blablabla. Basura. Auténtica mierda comercial que no ha respetado en absoluto a los personajes. Toda la publicidad que se le ha dado al libro ha terminado por convertirlo en un tema cargante y estúpido, reservado a (y cito textualmente) "niñas mojabragas". Gente que ni se ha molestado en leer la publicación original y se permite adjetivar a sus fans con semejantes calificativos (es que siempre me ha parecido tan original (nótese el sarcasmo) lo de tildar a un fan de crepúsculo de "mojabragas" cuando lo único que ocurre a lo largo de la saga es un azucarado romance de cuento de hadas hasta que /SPOILER/ tienen a Reneesme...)

Por eso hoy quería hablar de crepúsculo, porque a lo largo de estos últimos años su autora ha vendido a todos los personajes que una vez fueron importantes para mí por dinero y los ha destrozado. No he podido evitar, ahora que ha salido la parodia de crepúsculo (que iré a ver y para la cual dejaré que me sableen casi diez euros de entrada gustosamente), hacer un esfuerzo por releer los libros de los que apenas me separaba en mi adolescencia. Y digo hacer un esfuerzo porque desde que vi la mierda de película (una y no más; la primera) y contemplé la subida de la "fiebre twiligther" no he sido capaz de leerlo ni siquiera en su idioma original (que le da mil patadas a la traducción en castellano).
En fin, que he estado releyendo el primer libro y me he dado cuenta de algo realmente triste. El dilema de Edward, el eterno dilema de este personaje, siempre ha sido su naturaleza. Algo de lo que quiere desembarazarse y no ha podido, algo de lo que no puede renegar a pesar de sus esfuerzos, algo que sólo con el tiempo y la disciplina había logrado suavizar y mantener a raya. Pues bien, después de todo ese esfuerzo, fruto de décadas y de una increíble fuerza de voluntad, no ha tenido más remedio que resignarse al papel que su autora y todo el dinero que se mueve gracias al merchandising han reservado para él... Convertirse en un auténtico Monstruo.


3 comentarios:

Gray Soul dijo...

¿Es esa la imagen de la versión manga?

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Yo me leí el libro este año, bueno, todos, si si, un "poco atrazada", pero! como rayos lo iba a leer, si a mi no me gustaba hacerlo? en fin... cuando me vi la peli, dije, eh? y la escena en la que.. y luego...asi no era!!!, aquellas y muchas otras más, fueron todas las expresiones que repetí a lo largo de la pelicula, y fue cuando mi mama me dijo....Por Dios CYnthia, no te vayas a ver la segunda parte ni alguna de las restantes, pareces lora!

Y Creanme que obedecí su orden u.u


Ciao xD

Charlie D. dijo...

Mmmm... digamos que Crepúsculo no es mi libro de cabecera, pero puedo entender lo que expresas en esta entrada. Quiero decir, el arte son perspectivas, reafirmar sólo la propia sería una estupidez. Lo importante es que una obra mueva dentro de nosotros sentimientos, si Crepúsculo (o la que sea) lo hace, pues ya podemos considerarla buena. Y ni vergüenzas ni leches, narices, que tampoco es para tanto... Por ejemplo, yo adoro el manga de Loveless (para argumento surrealista, extraño, increíble ese) y... bueno, ejem, voy corriendo a la tienda cada vez que sacan un tomo nuevo... y mi afición no me la quita nadie! =P

P.D. Aunque cuando una obra de arte se comercializa... buffff es verdad que puede llegar a perder todo el encanto :S

Annell dijo...

Yo también leí Crepúsculo hace muchos años (cuando tenía trece, creo) y en su momento me encantó. Según salían, yo me los iba leyendo, pero cada vez me iban gustando menos hasta el punto que no pude con el último xD...

Aunque cuando salió la peli, yo también sentí que estaban prostituyendo la historia. Y, no sé, de pronto que si salen las figuras, que si sale el cómic, que si salen las camisas del Team Edward... Bah.

El factor Mary Sue que la autora le metió a la historia y toda esa factoría de dinero me han hecho una anti-twilighter xD