26/1/11

El peso de una sola palabra



Adiós, viejo amigo. El sentimiento que me ha vapuleado por dentro cuando me has comunicado el brusco giro de los acontecimientos ha traído a primer plano una melancolía dolorosa que, para ser francos, hacía mucho tiempo que no experimentaba de verdad. Como suele pasar en estos casos, ha sido sorprendente comprobar lo que puede ser capaz de levantar un ser humano en otro.

Tú en tu faceta de amante y tú en tu faceta de amigo. Aquello que hemos vivido ha sido como una espiral de tiempo indefinido compuesta por los miles de matices que tienen los colores, el tono grave de las interferencias, un calor como un infierno de ardiente, el paso agitado de un corredor sobre el corazón, la estrechez doliente de la mano que se cierra justo a tiempo sobre la tuya, carreras por caminos que bordeaban entre lo oscuro y lo claro, y lo ceñido que estuvieron tu identidad y la mía. Te quiero, y lo hago con esa intensidad sobrecogedora de las personas a las que un buen día se les olvidó utilizar sus nombres para nominarse. Te quiero muchísimo y ahora me parece tan breve la intersección de tiempo que compartimos juntos que quisiera que no tuvieras que marcharte.


Sé que hace ya años que nuestras espadas desaparecieron, que se quedaron guardadas en algún recondito lugar de los servidores a los que nos conectábamos... pero aún así, con espada o sin ella, yo sigo siendo leal a la causa que te da la vida: a ti.


Nos vemos, de verdad, algún día. Hasta entonces, buen viaje, viejo amigo.

4 comentarios:

Annell dijo...

Lo malo de las despedidas es que, aunque sepas que no son para siempre, duelen igual en todos los casos.

Pero, ey, nosotros también te queremos! <3

Charlie D. dijo...

¿Y quién dijo que el amor incondicional no existía...?

Buen texto. Yaoi otra vez... ¿no? mmm.

Mew dijo...

Realmente no. Suas se ha marchado indefinidamente de mi vida. Eso es todo, pero comprendo que puedan surgir otras interpretaciones.

Charlie D. dijo...

Entonces desearía poder leer el prólogo...

¿Suas? Curioso nombre.